Usás tu funda todos los días, en todos lados: en la calle, en la oficina, en el bolso, en el bolsillo. Por eso es normal que con el tiempo empiece a mostrar señales de uso. Pero si querés que se mantenga como nueva, te compartimos algunos consejos fáciles y efectivos para cuidarla:
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Limpieza semanal: pasale un paño húmedo con jabón neutro. Esto ayuda a quitar grasa, polvo y restos de suciedad del uso diario.
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Evitá el calor y la exposición directa al sol: algunos materiales pueden decolorarse o deformarse si quedan muchas horas al sol o cerca de fuentes de calor.
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Revisá bordes y esquinas: son los primeros lugares donde se nota el desgaste. Si ves que están muy gastados o flojos, es momento de renovar.
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Cuidá el contacto con objetos punzantes o filosos: llaves, monedas y otros elementos del bolso o mochila pueden rayarla sin darte cuenta.
Una funda bien cuidada no solo se ve mejor, también protege mejor. Y si querés renovar, en Caseland siempre hay algo nuevo para vos.